LAS PROVINCIAS. Diario de Valencia
Crítica de Teatro
Sábado, 28 de marzo de 2009
Salvador Domínguez
Cinco Genialidades
«Uno de de los grandes dramaturgos del siglo XX ha llegado a Valencia. Viene traído por la compañía de Andrea D'Odorico, escenógrafo de alta reputación y empresario. Su proyecto es ciertamente singular. No trae ninguna pieza teatral de Luigi Pirandello, premio Nobel de Literatura en 1934, sino un ramillete de cinco cuentos creados por este autor, que intentó consumar un ingente trabajo de madurez escribiendo un cuento para cada día del año. Al final, la muerte truncó su propósito y quedaron 241 relatos». (…)
«El adaptador, Juan C. Plaza-Asperilla demuestra su buen hacer al trasladar estas prosas a ingeniosos diálogos. La directora, Natalia Menéndez ofrece una exposición ordenada de los cinco relatos, a la manera de actos encadenados». (…)
«Pirandello, su mundo y su genial forma de expresarlo, es el punto incuestionable que da categoría a la pieza. A pesar de una apariencia risueña, estos relatos son buques de gran calado. Temas como la existencia del espíritu, la muerte, la traición, la mala fortuna, o la persistente duda que se agazapa en nuestras vidas». (…)
«Todas estas cuestiones filosóficas, las aborda Pirandello desde una absoluta originalidad. Su clave es presentar cada tema mediante situaciones anómalas, de apariencia absurda, casi chistosa. A esto se debe añadir algo siempre presente en los grandes maestros: la claridad. Todo, por extraño que pueda parecer, es nítido y comprensible». (…)
«El reparto trabaja de manera impecable, y destaca en un acto Antonio Zabálburu con un papel de bellísima inocencia, truncada por la traición de este mundo malsano». (…)
LEVANTE. El mercantil valenciano
Teatro Crítica
Domingo, 29 de marzo de 2009
Enrique Herreras
Bocados pirandellianos
Ni que decir tiene que Luigi Pirandello es una figura central en la renovación del teatro del siglo XX. Ha llegado a ser considerado, incluso, como el Copérnico del teatro moderno. «Toda realidad es un engaño», dijo el autor siciliano, y abrió así el proceso modernísimo de nuestro tiempo: sueño, realidad, ficciones, máscaras, incomunicación.
Caracterísiticas que no sólo están en su reconocida obra dramática, porque existe otro Pirandello, el de los cuentos, de los que también fue un maestro. Prueba de ello es su obra Cuentos para un año. Su intención era la de ofrecer a sus lectores un libro con 365 cuentos, uno por cada día del año, combinando nuevos relatos y otros antiguos pulidos o reescritos. Su muerte le impidió completar el proyecto, pero llegó a juntar 241 cuentos.
Pero lo importante es que, con ellos, Pirandello se fue apartando del verismo estricto (…) Se trataba de acercarse, con mayor eficacia, a la fisicidad de la gente. Esto es lo que vemos en estos cinco relatos que conforma el montaje, convertidos en cinco ricos bocados teatrales. Y, como dice el título, tantas voces que conforman un mosaico tragicómico, trozos de vida de la Italia real, y ficticia al mismo tiempo, del primer tercio de siglo.
Los cinco cuentos, o bocados teatrales, como he dicho, tienen vida propia, pero hay uno que entra con mayor apetito en mi garganta teatral: El hombre de la flor en la boca. (…) Un material que se torna teatral a raíz de una puesta en escena muy cuidada y detallista. (…) En todo momento brilla la estética y una perfecta atmósfera que lo unifica todo.
Y el elenco está imponente en su conjunto. Siempre eficiente y perfectos en sus múltiples papeles. Y no es poco que además estén bien vestidos, iluminados y que deambulen por un espacio escénico muy adecuado para alumbrar estas máscaras desnudas, estos pequeños espejos unidos sólo por el desorden del tiempo y de la vida. (…)
Crítica de Teatro
Sábado, 28 de marzo de 2009
Salvador Domínguez
Cinco Genialidades
«Uno de de los grandes dramaturgos del siglo XX ha llegado a Valencia. Viene traído por la compañía de Andrea D'Odorico, escenógrafo de alta reputación y empresario. Su proyecto es ciertamente singular. No trae ninguna pieza teatral de Luigi Pirandello, premio Nobel de Literatura en 1934, sino un ramillete de cinco cuentos creados por este autor, que intentó consumar un ingente trabajo de madurez escribiendo un cuento para cada día del año. Al final, la muerte truncó su propósito y quedaron 241 relatos». (…)
«El adaptador, Juan C. Plaza-Asperilla demuestra su buen hacer al trasladar estas prosas a ingeniosos diálogos. La directora, Natalia Menéndez ofrece una exposición ordenada de los cinco relatos, a la manera de actos encadenados». (…)
«Pirandello, su mundo y su genial forma de expresarlo, es el punto incuestionable que da categoría a la pieza. A pesar de una apariencia risueña, estos relatos son buques de gran calado. Temas como la existencia del espíritu, la muerte, la traición, la mala fortuna, o la persistente duda que se agazapa en nuestras vidas». (…)
«Todas estas cuestiones filosóficas, las aborda Pirandello desde una absoluta originalidad. Su clave es presentar cada tema mediante situaciones anómalas, de apariencia absurda, casi chistosa. A esto se debe añadir algo siempre presente en los grandes maestros: la claridad. Todo, por extraño que pueda parecer, es nítido y comprensible». (…)
«El reparto trabaja de manera impecable, y destaca en un acto Antonio Zabálburu con un papel de bellísima inocencia, truncada por la traición de este mundo malsano». (…)
LEVANTE. El mercantil valenciano
Teatro Crítica
Domingo, 29 de marzo de 2009
Enrique Herreras
Bocados pirandellianos
Ni que decir tiene que Luigi Pirandello es una figura central en la renovación del teatro del siglo XX. Ha llegado a ser considerado, incluso, como el Copérnico del teatro moderno. «Toda realidad es un engaño», dijo el autor siciliano, y abrió así el proceso modernísimo de nuestro tiempo: sueño, realidad, ficciones, máscaras, incomunicación.
Caracterísiticas que no sólo están en su reconocida obra dramática, porque existe otro Pirandello, el de los cuentos, de los que también fue un maestro. Prueba de ello es su obra Cuentos para un año. Su intención era la de ofrecer a sus lectores un libro con 365 cuentos, uno por cada día del año, combinando nuevos relatos y otros antiguos pulidos o reescritos. Su muerte le impidió completar el proyecto, pero llegó a juntar 241 cuentos.
Pero lo importante es que, con ellos, Pirandello se fue apartando del verismo estricto (…) Se trataba de acercarse, con mayor eficacia, a la fisicidad de la gente. Esto es lo que vemos en estos cinco relatos que conforma el montaje, convertidos en cinco ricos bocados teatrales. Y, como dice el título, tantas voces que conforman un mosaico tragicómico, trozos de vida de la Italia real, y ficticia al mismo tiempo, del primer tercio de siglo.
Los cinco cuentos, o bocados teatrales, como he dicho, tienen vida propia, pero hay uno que entra con mayor apetito en mi garganta teatral: El hombre de la flor en la boca. (…) Un material que se torna teatral a raíz de una puesta en escena muy cuidada y detallista. (…) En todo momento brilla la estética y una perfecta atmósfera que lo unifica todo.
Y el elenco está imponente en su conjunto. Siempre eficiente y perfectos en sus múltiples papeles. Y no es poco que además estén bien vestidos, iluminados y que deambulen por un espacio escénico muy adecuado para alumbrar estas máscaras desnudas, estos pequeños espejos unidos sólo por el desorden del tiempo y de la vida. (…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario